16 nov 2010

Pánico, nervios, sudores = entrevista de trabajo

Si soy sincera he de reconocer que nunca he asistido a una entrevista de trabajo y creo que por eso mismo todavía me asusta más el pensar que ocurrirá cuando llegue ese temido momento: que me preguntarán, como será la persona con la que me entreviste y, lo más importante, ¿seré capaz de articular palabra o me quedaré trabada?


Lo cierto es que hasta el momento he tenido “mucha suerte” pues en todos los empleos que he conseguido he ido, por así decirlo, recomendada por alguien, así que he podido ahorrarme el mal trago y los nervios de superar una entrevista de trabajo.

Creo que todos los trucos habidos y por haber para realizar correctamente una entrevista de trabajo han sido descritos en multitud de ocasiones, lo que no quiere decir que más tarde, dada la situación, se lleven a cabo.
Algunos de los pasos que nunca debemos obviar antes y durante una entrevista de trabajo son:

·       Informarnos acerca de la empresa en la cual queremos entrar a trabajar: historia, filosofía de la empresa, nº de empleados, proyectos que ha llevado a cabo, estilo de los empleados, etc.

·       Repasar el currículum, pues siempre nos harán alguna pregunta referente a su contenido y conviene estar preparados.

·       Acudir con al menos 15 minutos de antelación, ya que puede surgir algún imprevisto que nos haga retrasarnos. Es conveniente contar con tiempo de sobra, pues no quedaría muy bien llegar tarde a una entrevista para obtener un empleo que, se supone, nos interesa.

·       Prepararnos algunas preguntas que pensamos que nos puede realizar el entrevistador y sus posibles respuestas. Nada de respuestas forzadas o artificiales, debemos parecer naturales.

·       Elegir con antelación y de forma acertada el vestuario. Debemos ir vestidos acorde con la situación y el estilo de la empresa. Tampoco es recomendable ir demasiado “recauchutados”. Lo importante es sentirse cómodos dentro de un estilo formal y adecuado.

·       Saber transmitir seguridad y confianza en uno mismo ante el entrevistador. Tan importante es lo que decimos como lo que expresamos mediante gestos: el lenguaje no verbal.

Y bueno, claro está, aparte de estos consejos es fundamental respirar hondo antes de entrar a la entrevista y decirnos a nosotros mismos que somos los indicados para el puesto, que lo vamos a conseguir… y quizá así, si logramos convencernos a nosotros mismos, también logremos que se lo crea el entrevistador.

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