Espera, espera porque me estoy agobiando. No digo que seamos los más optimistas del mundo y que pensemos que nos lloverán las ofertas de trabajo cuando hayamos terminado nuestra carrera, pues eso sería ya no ser optimista sino más bien un iluso. Está claro que eso no va a suceder, ni ahora ni nunca (o al menos no en un futuro próximo). Pero debemos tener una mínima esperanza y confiar en nosotros mismos y en nuestras posibilidades a la hora de ponernos en marcha, porque si no, el motor no arranca.

Pero bien, volviendo al tema que hoy nos toca, creo que lo principal y una de las características fundamentales que debe poseer alguien que se dedica (o pretende dedicarse) al mundo de la comunicación es la confianza en sí mismo.
Hemos de ser capaces de transmitir a quién tenemos enfrente que estamos seguros de nosotros mismos, de tal modo que aunque no sea así, la persona que nos esté observando quede totalmente convencida de lo contrario.
Hemos de ser capaces de transmitir a quién tenemos enfrente que estamos seguros de nosotros mismos, de tal modo que aunque no sea así, la persona que nos esté observando quede totalmente convencida de lo contrario.
La originalidad, el ser innovadores, proactivos, no tener miedo a los cambios y las ganas de aprender y diferenciarse de los demás son factores clave que nos ayudarán a encontrar trabajo en el mundo de la comunicación. No obstante, son cualidades que nos ayudarán pero no nos garantizan el acceso a un trabajo, ya que si fuera tan sencillo no existiría problema ni miedo alguno.
Hemos de ser la chispa (al igual que la famosa bebida) que una empresa, institución, agencia, etc., etc., necesita. Siempre pacientes, con buena predisposición y ganas de trabajar. Que sencillo, ¿no?
Es lo que comentamos el otro día del sentido común. Me fascina lo "sencillo" que es y lo poco que lo cumplimos.
ResponderEliminarLo primero es darnos cuenta, bravo, para después aplicarnos la técnica. ¿Rendirnos? ¡¡Jamás!! :)))))